¿En qué nos
parecemos? No lo sé.
Gustos,
sabores, colores, estilos, estudios o algún deporte. Eso nos unía de chicas. De
grande todo es diferente pero igual. Ahora elegimos qué ponernos, qué estudiar,
en qué trabajar, con quién estar y adónde ir. Lo que nos unía por casualidad o
mera coincidencia, hoy lo celebramos.
No sé por
qué te elijo, si en verdad no nos parecemos en casi nada. Pero crecimos juntas
y te conozco muy bien, quizás sea eso. Sigo sin saber.
¿Cuántas
veces nos peleamos? Pffff… Perdimos la cuenta.
¿Cuántas
nos acompañamos? Ésas no las olvidamos.
Y sigo
pensando ¿En qué nos parecemos? No lo sé.
Pero cada vez que necesito algo, que tengo que tomar decisiones, que quiero compartir un éxito, que me atraviesan sensaciones de ahogo, que creo que nadie me entiende y siento mi corazón estrujado, cuando mi termómetro está por explotar, cuando no sé qué ponerme y me siento la mujer más sola (aún rodeada de afectos), cuando siento mi vida pender de un hilo, ahí estás vos.
Y no
tenemos los mismos gustos. Ni loca me casaría con tu marido.
Y no me
visto como vos.
Y no
estudiamos lo mismo, ni me parezco un poco a tus encantos.
Y no
entiendo tus decisiones. Vos tampoco mis elecciones.
Y no muero
por esos zapatos, pero te envidio la cartera.
Y no te veo
seguido pero resignas tu tiempo.
Y no nos
parecemos en nada.
Y al fin no
sería un encanto mi vida si no fueras como sos.
¡Feliz día
amiga!
No hay comentarios:
Publicar un comentario