domingo, 17 de agosto de 2014

“Seamos libres, lo demás no importa nada”












¿Qué sucedería si después de 164 años, San Martín vuelve?

Probablemente su caballo no sería blanco ni su camino tan victorioso. Se lo vería cabalgar por las calles que presumen su nombre, quedaría pasmado de encontrar tantas  figuras esbeltas y triunfantes que son el refugio de los más necesitados. Y se sentiría solo, muy solo, porque en honor a su exagerado esfuerzo su patria debe descansar.

Un histórico hombre desolado y agobiado de tanto batallar, preocupado e intolerante ante la realidad que lo aturde como aquellos ruidos de cañón. San Martín vuelve solamente para encontrarse con su patria, que posiblemente no es la que anhelaría ver.
Bajaría de su caballo para presenciar algún acto escolar, que seguramente lo dejaría sin aliento mientras intenta entrar en escena para aclarar algunos sucesos y corregir contradicciones históricas.
¿Qué sucede con nuestra historia? ¿Cómo nos la cuentan? ¿Qué tanto sabemos acerca de nuestros próceres?

Estas preguntas se hicieron los hermanos Maxi y Juan Manuel Arana, el pasado bicentenario, a partir de allí elaboraron un trabajo de investigación y revisión histórica que les llevó dos años y medio para idear una espectacular parodia.
Un acto escolar que asombra.
 
¿Qué sucede a partir de esto?
Todo lo que imagines, incomodidad, dudas y hasta vergüenza. Una maravillosa oportunidad para reflexionar.

En una propuesta contemporánea acerca del gran batallador, San Martín vuelve recorre salas de teatros y patios de escuelas. La maestra, el alumno, la guitarra y la poesía, el acto escolar, la directora, los padres y el cartonero. Todos se ríen, todos se sienten incómodos, todos tienen vergüenza.

Pero todos se van pensando…