¿Qué sucedería si
después de 164 años, San Martín vuelve?
Probablemente su
caballo no sería blanco ni su camino tan victorioso. Se lo vería cabalgar por
las calles que presumen su nombre, quedaría pasmado de encontrar tantas figuras esbeltas y triunfantes que son el
refugio de los más necesitados. Y se sentiría solo, muy solo, porque en honor a
su exagerado esfuerzo su patria debe descansar.
Un histórico hombre desolado y agobiado de
tanto batallar, preocupado e intolerante ante la realidad que lo aturde como
aquellos ruidos de cañón. San
Martín vuelve solamente para encontrarse con su patria, que posiblemente no es
la que anhelaría ver.
Bajaría de su caballo
para presenciar algún acto escolar, que seguramente lo dejaría sin aliento
mientras intenta entrar en escena para aclarar algunos sucesos y corregir
contradicciones históricas.
¿Qué sucede con
nuestra historia? ¿Cómo nos la cuentan? ¿Qué tanto sabemos acerca de nuestros
próceres?
Estas preguntas se
hicieron los hermanos Maxi y Juan Manuel Arana, el pasado bicentenario, a
partir de allí elaboraron un trabajo de investigación y revisión histórica que
les llevó dos años y medio para idear una espectacular parodia.
Un acto escolar que
asombra.
¿Qué sucede a partir
de esto?
Todo lo que imagines,
incomodidad, dudas y hasta vergüenza. Una maravillosa oportunidad para
reflexionar.
En una propuesta
contemporánea acerca del gran batallador, San
Martín vuelve recorre salas de teatros y patios de escuelas. La maestra, el
alumno, la guitarra y la poesía, el acto escolar, la directora, los padres y el
cartonero. Todos se ríen, todos se sienten incómodos, todos tienen vergüenza.
Pero todos se van
pensando…