“Todo lo que puedo tener y lo que tengo me lo dio el
teatro, empezando por
la vida”.
Mi primer contacto fue
sin querer, me había portado mal en la escuela normal porque fui el iniciador
para sacar a la directora de la escuela.
Estando en clase de
psicología con la profe Abdala me manda a llamar la Directora y cuando voy a la
dirección me pide que me siente y me
dice:
Tengo entendido que usted
hace teatro, le gusta el teatro y tiene conocimiento (yo no tenía la menor idea
pero no le iba a decir que No). Aquí una compañera Susana Grimba, escribió una
obra “Los Hijos crecen” y quiero que usted la ponga en escena como broche final
de fin de año, para el Acto de Egresado de los alumnos de 5to año.
Mi respuesta fue: Si
señora, como no encantado. Lo máximo que sabía de teatro eran las obras que
veía con mi papá cuando me llevaba a Bs. As. En las vacaciones recuerdo haber
visto “El diablo andaba entre los choclos” con Luis Sandrini y ese tipo de
comedia que me llevaba porque estaba con él. Más de eso, no tenía la menor
idea.
Y que hizo?
Me fui a la librería de
Otero y Belgrano (me acuerdo que estaba arriba) compré un libro de teatro para
leer, que no entendí nada. Pero bueno, finalmente convoque a los alumnos para
que sean los actores y la puse en escena. Salió muy bien, tuvo buena
repercusión y comentarios en la escuela.
Pasa una semana, viene un
amigo y me dice que Juan Carlos Estopiñan quería verme. Yo no sabía quien era. Resultó ser el Director del teatro
Independiente en Jujuy, tampoco sabía que había un grupo de teatro acá, cuando
voy me presento y me dice: haceme un favor, agarra esa escoba y límpiá el piso
del escenario. Así estuve de lunes a viernes durante 2 semanas, barriendo,
pasando el trapo de piso sin preguntar ni quejarme mientras el resto tomaba
clase. Cada vez que llegaba iba directamente a agarrar la escoba, hasta que un
día cuando estoy por barrer el escenario me dice: ya que estas ahí “hace una
improvisación” y así empecé. Me quede con Juan Carlos y preparamos cuatro obras
y como me entusiasme con el teatro me fui a Buenos Aires a estudiar.
¿Qué es una acción
teatral?
Todo, todo lo que soy. Lo
fundamental que me enseño el teatro fue a ser persona. Comprendí con el tiempo
que siendo persona vas cambiando y aprendiendo muchísimo y creo que el teatro
es el camino que te da para ser mejor persona a través de los ejercicios y la
práctica de toda la situación teatral. Esos fueron mis 10 años de estudio y
perfeccionamiento en Bs. As.
Y decidió volver a Jujuy…
Sí, porque sentí que
debía devolverle a Jujuy los 3 años de beca que me había otorgado para que pueda estudiar y formarme, asique quise hacer
un curso de teatro para devolverles a los jóvenes de Jujuy todo mi conocimiento
y experiencias que tuve allá. Solo quería el apoyo del gobierno, que en su
momento me lo negaron porque creían que no era jujeño,
¿Qué significa para usted
el Teatro Mitre?
Tiene una magnificencia
especial, yo creo que son los duendes que están adentro porque cuando miro la
sala Raúl Galán, siento que hay duendes especiales que te llaman. Cuando entras
al Mitre sentís que hay algo que te atrapa, te contiene y necesitas estar
adentro; una fuerza especial que te obliga a hacer algo en ese escenario. Y
desde ahí, se ve una inmensidad
tremenda, va más allá de lo que podes sentir. Creo que son los duendes
especiales como los que tienen las personas que hacen alguna actividad cultural
o artística. Es difícil expresarlo, haces una inspiración profunda, te llenas y
después de espirar necesitas quedarte un ratito contemplando, es mágico. Por
eso la gente que viene de afuera y conoce el Colón y el Mitre, prefieren el
Mitre o tal vez es tanto el amor que uno le tiene que lo ve así. "Haces una inspiración profunda, te llenas y después de espirar necesitas quedarte un ratito contemplando, es mágico".
¿Qué hay de los fantasmas
del Mitre?
Uuuufff.. El “Mitrito”,
del que yo me acuerdo y sentí! A partir
de entonces, no entro al Mitre solo ni a las 12 del mediodía. Si tengo que
hacerlo por algún motivo, entro disparando a la sala, prendo todas las luces,
hago rápido lo que tengo que hacer y salgo corriendo.
¿Cuándo lo vio, cómo fue?
Habíamos terminado un espectáculo de Buenos
Aires, yo trabajaba en el Mitre como Secretario General de Irigoitia, quién era
el administrador. Estábamos charlando en el escenario, nosotros de espaldas a
la platea y él de frente al público. De pronto, en medio de la charla amena que
estábamos haciendo del espectáculo, Irigoitía señala con el dedito hacia
arriba, estaba más blanco que tu pantalón, pálido. Nos dimos vuelta y ahí estaba,
en el centro a la altura del primer palco arriba, en el gallinero. Era una cosa
tremendamente grande, una capa negra apoyada en la baranda del palco, un gran
sombrero negro y una aureola que le cubría el rostro pero se veía un hueco, no
se podía ver la imagen del rostro. Nos quedamos todos paralizados, hasta que
uno gritó “rajemos”. Dos salimos por la platea, otros por los laterales para
encontrarlo, en alguna parte lo teníamos que encontrar, no podía escaparse.
Nunca lo encontramos!
A partir de ahí, cada vez
que recuerdo ese fantasmita, me estremezco.
¿Cuáles son las
supersticiones para una función?
El amarillo no se usa en
la noche de estreno, el rojo en algún lugar tenes que tener, como una
pulserita; hay una palabra que está prohibida (por eso no te la puedo decir) y
en vez de eso decimos mieeeerdd… o en francés meeerddd.. para que no suene tan
fuerte.
Cumple 18 años de maestría teatral, ofrece cursos consecutivos en tres etapas que empiezan en enero y terminan en noviembre.
Enseña en el Servicio Penitenciario hace 8 años, presentando sus obras como cierre del taller en el Mitre.
Ganó 3 concursos provinciales y obtuvo el segundo puesto a nivel nacional.